Es bueno conocer algunos puntos importantes en el puerperio, como qué comer, de qué manera cuidar el cuerpo, cómo ayudar en la lactancia o cómo retomar las relaciones con tu pareja.
He querido dividir en dos el artículo, ya que de otra manera se hace muy extenso, por lo que la próxima semana pueden leer la segunda parte.
El puerperio (correspondiente a las seis semanas luego del parto) no es fácil. Influyen muchos factores: ya no eres tú el foco principal, si no tu bebé, duermes poco, te duele la cicatriz de la cesárea o los puntos del parto, la relación con tu pareja cambia y los roles también.
Por otro lado, las hormonas no nos ayudan del todo. Vivimos un periodo de grandes cambios hormonales que provocan inestabilidad emocional. Puede que te sientas angustiada, triste y sobrepasada las primeras tres semanas y es esperable, tienes la mayor de las responsabilidades antes tenidas. Pero si la sensación continúa más allá del primer mes, debes acudir a un especialista, podrías estar cursando una depresión post parto.
Debemos considerar que cada mujer se recupera en sus tiempos, por lo que no es bueno presionar nuestro cuerpo. Si te sientes cansada, intenta descansar y sobre todo dormir cuando tu guagua lo haga, ya que aunque creas que un hijo no puede absorber toda tu energía, estas equivocada.
No hagas fuerza ni tomes mucho peso en esta etapa, ya que tu cuerpo hace 5 veces más fuerza que en condiciones normales. Por lo que si tu guagua peso 3 kilos, tu cuerpo los siente como si fueran 15.
Para que te recuperes, tengas energías y sobre todo si estás dando pecho, debes tomar más de 2 litros de agua al día. Agua en sopas, jugos e infusiones.
Para mantener el transito regular, debes mantener una dieta rica en frutas, verduras proteínas y carbohidratos y nunca hacer dieta, ya que necesitarás alrededor de 400 kcal adicionales al día si estás amamantando. (Amamantando gastamos unas 650 calorías diarias). En el caso que no logres regularizar tu tránsito intestinal, debes acudir a tu médico o matrona para que te indique un laxante indicado para la lactancia. Si consumes alimentos saludables irás recuperando tu figura poco a poco y tendrás energía para las primeras semanas con tu bebé.
El primer mes post parto, evita hacerte baños de tina y nadar en piscinas ya que el cuello del útero sigue abierto y te puedes exponer a una infección. Es por esta misma razón que debes lavarte sólo con agua de adelante hacia atrás y siempre por fuera, 3 veces al día y cada vez que vayas al baño. Para secarte, debes hacerlo con toalla nova, tocando suavemente y si llega a quedar húmedo, enciende el secador con aire frío. Para que los puntos del parto se curen, es esencial que se mantengan secos.
Si tuviste cesárea, simplemente al salir de la ducha, seca con un arrastre suave y papel la herida y si esta queda húmeda utiliza de igual manera el secador de pelo. Recuerda que el aire es un aliado para la cicatrización.
Si te han hecho episiotomía, cuando te sientes, contrae el periné igual que aguantando la orina y cuando ya estés sentada, relaja la musculatura, de esa manera evitaras el estiramiento de la piel y molestias en los puntos. Siéntate siempre en una superficie dura y plana.
Luego del parto, eliminamos cerca de tres semanas un sangrado tipo menstruación pero más abundante, que irá disminuyendo y cambiando su aspecto a medida que pasan los días. Los loquios, como comúnmente se llaman, comienzan con un color rojo fresco para terminar de un aspecto rosado pálido.
Durante estas semanas sólo debes usar toallitas post parto 100% algodón para mantenerte seca.
Cuando vayas a comprar sostén, elige siempre una talla más que la que actualmente usas, ya que la mama crece de tamaño por la leche. No pienses en apretarla, sino, solamente sujetarla para que no se caiga, ya que si la comprimes puedes provocar una congestión mamaria y secundario a ello una mastitis. Recuerda que los sostenes no deben tener fierros y que deben ser específicos para la lactancia.
Respecto al uso de faja, en general no lo recomiendo porque, aunque sujeta la zona, no ayuda a recuperar la musculatura y normalmente se la ponen mal. La faja debe ir desde el hueso de la cadera hacia abajo y no para arriba como la ponen la mayoría de las veces, ya que provocamos que el músculo entienda que no debe rehabilitarse porque hay otra estructura que lo está haciendo y, por lo tanto, provocamos una debilidad muscular, cambio en el eje de nuestro cuerpo y futuras complicaciones pélvicas como la incontinencia de orina, prolapsos y disfunciones sexuales.
Si tienes dudas, escríbeme en contacto@babymed.cl.
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María Jesús Farizo G.
Matrona Founder www.babymed.cl