Según Marguerite Reardon (Maggie), comprarle un celular a un hijo no es tarea fácil. Ella es una experta en tecnologías móviles, por casi 15 años ha sido reportera de CNET, uno de los sitios de tecnología más grandes y respetados del mundo.
Maggie tiene una serie de consejos para los padres que desean comprarle un celular a un hijo y que esto sea una experiencia satisfactoria.
¿Cuándo comprarle un celular a un hijo?
El momento adecuado para que un niño tenga un teléfono no es fácil de determinar, aunque tal vez la respuesta correcta es lo más tarde posible.
La exposición temprana a la tecnología afecta el desarrollo de ciertas habilidades, particularmente las habilidades sociales que se adquieren en la infancia. El uso de dispositivos móviles puede afectar seriamente la adquisición de estas habilidades si los exponemos tempranamente a los teléfonos.
Probablemente para la mayoría de los padres que leerán esto recordarán que su primer teléfono celular lo tuvieron ya de adultos, situación muy distinta a lo que se ve en los colegios hoy en día, en que niños que ni siquiera saben multiplicar ya usan whatsapp y aplicaciones sociales.
La decisión del mejor momento la deben realizar los mismos padres
Cada niño tiene necesidades, ritmos y realidades distintas. Independiente del momento en el cual entreguemos al niño su primer teléfono, el ser “dueño” de un teléfono será un hecho importante en su vida y en su integración al mundo digital.
Es por eso que los padres deben prepararse para elegir el mejor momento y anticipar elementos que pueden hacer del teléfono un objeto útil o un elemento peligroso para los niños.
Revisa estas recomendaciones de Maggie, para que la experiencia sea grata y segura para tus hijos.
Recuerda siempre: Mientras más barato, mejor
Los niños rompen cosas, las pierden y no las encuentran. Eso pasa todo el tiempo lo quieras o no.
¿Por qué comprar el último modelo de Apple o Samsung que cuesta cientos de dólares? Existen muchos teléfonos en el mercado de bajo costo, puedes heredarles tu teléfono antiguo o comprar un teléfono de segunda mano.
Su primer teléfono no necesita ser un equipo de gama alta, entrégale un teléfono que no te importe mucho si se estropea o pierde.
Establecer límites
Un teléfono es una herramienta, pero también una responsabilidad. Antes que lo tengan en sus manos puedes hacerles firmar un contrato de uso, el que debe incluir en forma obligatoria todas las contraseñas que utilicen.
Tiene que quedar en claro una cosa: el dueño del teléfono es el papá o mamá.
Tu debes tener acceso total y permanente a él en el momento que tú quieras. Los términos del contrato pueden ser cambiados a petición de los padres en cualquier momento.
Monitorea su uso
Es imprescindible que revises su historial de internet, las aplicaciones que usan, los videojuegos que tienen, los videos que ven.
Debes hablar con ellos acerca de lo que encuentras en el equipo, advertirles los peligros que corren al entregar información personal y alertarlos acerca de conductas que los pudiesen poner en riesgo a ellos, sus familias, colegio o amigos.
La revisión debe incluir las fotos y videos que han grabado y enviado a otras personas.
Establece controles parentales
¿Quieres que puedan descargar cualquier cosa, ver cualquier video y escuchar música inapropiada para su edad? Probablemente no.
Para eso existen los controles parentales, en los cuales puedes establecer que cosa puede o no puede hacer el teléfono. Eso incluye filtros de búsqueda, música, aplicaciones, opciones de localización y acceso a sólo ciertos sitios web establecidos por ti.
Aprende a conocer lo que hay ahí afuera
Puede que no uses Snapchat, Kik Messenger, Whisper o musical.ly. Eso no quiere decir que no tengas que saber que hacen tus hijos con esas aplicaciones.
Deberás aprender cada aplicación social que aparecerá en los teléfonos de tus hijos, cómo las usan y que datos comparten en ellas.
Debes ser un complejo de modales con el teléfono
Si no quieres que tus hijos revisen su Facebook durante el almuerzo familiar, envíen mensajes de texto durante una conversación o que hablen en público usando el altavoz, entonces no lo hagas tú.
Predicar con el ejemplo hará que ellos también hagan buen uso del teléfono.
Si todo falla, quítale el teléfono
Un teléfono inteligente es un privilegio, no un derecho.
No tengas miedo de quitarle el teléfono si violan alguna regla o hacen algo que no debían. Prepárate para ese momento, porque ciertamente no les va a gustar. El buen uso del equipo es fundamental, de lo contrario los estás poniendo en riesgo.
Equipo Supermadre
Fuente: CNET (ask maggie)