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¿Cómo saber si mi hijo sufre de déficit atencional e hiperactividad?

El famoso trastorno por déficit atencional e hiperactividad, es un patrón continuo de falta de atención y, o hiperactividad e impulsividad. Este puede detectarse desde una edad temprana, especialmente a partir de los 6 años, antes solo son indicios de un posible TDA. Es a los seis años en donde empiezan a notarse con mayor intensidad los síntomas, debido a que empiezan la escolarización formal.

Es frecuente escuchar de parte de profesores y profesoras que en sus aulas tienen niñas y niños inquietos y con dificultades para seguir el ritmo de la clase. Refieren que son niños que interrumpen el desarrollo de las actividades de aprendizaje, que interrumpen y molestan a sus compañeros, y que algunos, no logran los aprendizajes esperados.

Es por eso que quiero contarles como psicopedagoga y como mamá sobre este tema que a muchas madres les preocupa, en especial porque hay un sobre diagnostico y muchas veces no existe tal trastorno en niños que solo se mueven un poco más de lo normal.

¿Qué es el trastorno de déficit atencional e hiperactividad?

El Trastorno de Déficit Atencional (TDA), es un trastorno de inicio temprano, que surge en los primeros 7 años de la niñez y se caracteriza por un comportamiento generalizado que presenta dificultades de atención (inatención o desatención), impulsividad y, en algunos casos, hiperactividad. Este comportamiento se da en más de un contexto o situación (hogar, escuela u otro) y afecta a los niños y niñas en sus relaciones con su entorno familiar, social y educativo.

En cuanto a la causa del TDA, nadie lo sabe con seguridad, pero se cree que probablemente es causado por una gran combinación de factores. Algunas posibilidades son:

  • Los genes: Si, la gran y bendita herencia genética, no se descarta que el trastorno sea hereditario.
  • El plomo: Así es, aunque no lo crean, muchos estudios afirman que una causa seria el plomo que se encuentra en pinturas viejas y repuestos de plomería.
  • El fumar, beber alcohol y drogarse durante el embarazo.
  • Algunos daños cerebrales.
  • La alimentación, en especial los aditivos alimentarios, por ejemplo los colorantes artificiales, los cuales pueden empeorar la hiperactividad.

Tipos de TDA

  • Inatención (dificultad para concentrarse, seguir instrucciones y terminar tareas).
  • Hiperactivo-Impulsivo (siempre en movimiento, charla demasiado e interrumpe a los demás).
  • Combinado (síntomas tanto de inatención (falta de atención) como de hiperactividad con impulsividad).

Síntomas que presentan los niños:

  • Inatención: es decir, dificultad para mantener la atención en tareas o actividades de juego.
  • Los niños parecen no escuchar al hablarle directamente.
  • No siguen las instrucciones ( De todo tipo, juegos, escolares, etc.)
  • No termina las tareas en el colegio o en el hogar.
  • Presentan dificultad en organizar tareas y actividades.
  • Se distraen fácilmente con estímulos externos.
  • Pierden con frecuencia cosas necesarias para sus actividades escolares o de juegos.
  • Hiperactividad; por ejemplo al dejar su asiento cuando se espera que no lo haga (durante clase o al momento de comer), corre o escala en situaciones donde no es apropiado hacerlo, habla en exceso, tiene problemas para quedarse dormido.
  • Impulsividad; responde con frecuencia antes de que la pregunta haya sido completada, tiene dificultad de esperar su turno, interrumpe a los demás durante sus conversaciones

Cómo se diagnostica el trastorno de déficit atencional:

Si bien este trastorno tiene un comienzo temprano, sus síntomas usualmente se reconocen una vez que el niño inicia su educación formal, ya que el colegio o jardín infantil, demandan un comportamiento más estructurado y períodos más prolongados de atención y concentración que, aunque adecuados a su edad, el niño que presente TDA tiene mayor dificultad para lograr estas reglas. El diagnostico se realiza a partir de los seis años de edad, aun cuando en la historia del niño presente grandes indicios de este trastornos. Los especialistas que habitualmente están involucrados en este proceso son los Neurólogos, Psicólogo y Psicopedagoga.

Tratamiento:

Es fundamental realizar un tratamiento multimodal. Esto consiste en un manejo conductual-ambiental, con actividades como cambiar de puesto al niño, asignar un compañero que lo ayude, entregar oportunidades, evitar estigmatizarlo, permitir que pueda movilizarse, entre otras medidas. Los profesores deben tratar de canalizar la energía del niño de forma positiva dentro de la sala de clase. En el caso de los niños desatentos, hay que sentarlos cerca del profesor, priorizando actividades más cortas y apoyarlo con un compañero guía que lo estimule a terminar sus actividades. A demás se debe apoyar con psicopedagogas o educadora diferencial dentro de la sala y fuera de esta, para poder complementar los aprendizajes no adquiridos en el aula. También es fundamental el manejo familiar, donde se deben seguir normas para ayudar al niño que incluyen hábitos de estudio, apagar los aparatos electrónicos al menos dos horas antes de dormir, repasar lo visto en clases, apoyarse mutuamente con la psicopedagoga y profesora.

Si con estas medidas escolares y familiares no se logran mejorar los síntomas del niño, se implementa una terapia farmacológica, la cual actualmente se utiliza en dosis menores que en años atrás, pero debe estar siempre supervisada por un neurólogo. Los fármacos sirven como un salvavidas que permite que las otras intervenciones comiencen a hacer efecto y nos lleven al manejo de este trastorno a largo plazo. Ojo, que este siempre es el ultimo recurso, pues se trata de evitar este tipo de tratamiento. Aclaro de inmediato que  no se afirma en un cien por ciento que el medicamento sea una cura para el TDA, además, es muy importante tener claro que este medicamento no se debe dar de por vida, sino por un periodo hasta que el niño pueda desarrollar hábitos y conductas que le ayuden en su vida personal y escolar.

¿Qué pasa si no trato el trastorno de déficit atencional de mi hijo?

Si el TDA no es tratado adecuadamente puede afectar en gran manera la vida que lleva el niño, empezando por :

  • El autoestima esta seve afectada porque se sienten incapaces o inferiores a sus compañeros, puesto que no logran terminar los trabajos con la misma rapidez, pierden los materiales, no logran comprender las instrucciones en un cien por ciento.
  • Dificultades de convivencia en casa, debido a que irritan mucho a los padres, quienes tienen poca paciencia, a demás de presentar relaciones tensas con hermanos, si es que llegara a tenerlos.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Problemas conductuales.
  • Aislamiento por parte de sus pares, padres, familiares, profesores, etc.
  • Sentir frustración e incluso reaccionar con agresividad al percibir que tiene desventajas frente a ciertas situaciones.

Podemos terminar diciendo que el trastorno de déficit atencional es complejo, por lo que mi consejo seria que si sus hijos (as) cuentan con varios de los síntomas que se presentan en el artículo, acudan a un profesional para evaluarlo, puesto que el TDA no tiene cura y un tratamiento temprano causa un gran apoyo, dando mayores herramientas para un futuro mejor .

 

Javiera Covarruvias Bustamante

Psicopedagoga

@iampsicopedagoga

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