Aunque muchos padres se divorcian hay niños que no tienen claro de qué se trata. Existen formas sencillas para explicar situaciones complejas, aunque lo más importante ante todo es decir la verdad, tratar los temas con cariño y con extremo cuidado para decir lo que queremos transmitir, respetando el periodo evolutivo del niño o niña, además de no herir susceptibilidades ni generar sentimientos de culpa.
Cada niño es un mundo distinto, no podemos comparar entre fórmulas que hayan funcionado con otras personas ni dar recetas. Por esta razón se recomienda pedir ayuda a un especialista. Sin embargo, intentaremos describir pautas adaptables según las peculiaridades de nuestros hijos e hijas y, sus edades y capacidades cognitivas.
Frente a una separación, es importante explicar a los niños que se ha tomado una decisión importante, que no influye en la relación de padres (es decir, elaborar el tema de que siempre serán sus padres) sino que la relación de pareja. Es fundamental señalar que será una decisión difícil de llevar, en un principio, para todos pero que es en beneficio de cada uno de los miembros de la familia (a nadie le gusta estar en una casa en dónde dos de los integrantes no se llevan bien). Se debe señalar que vivirán en casas diferentes y que tendrán acceso a ambos padres, pero en tiempos diferentes. Si no es tiempo de definir los momentos para compartir con cada padre (porque luego de una separación cuesta ponerse de acuerdo), se le debe comentar al niño que esas decisiones deberán tomarse, pero que se procurará que comparta con ambos.
Es importante que los niños hablen con otras personas de la separación, con el fin de elaborar y tener feedback (comprender que no es el único que vive la situación). Hay que motivarlos a que, si se sienten cómodos, conversen con su mejor amigo o con algún compañero de curso que haya pasado por algo similar. Se debe hacer hincapié en que debe contar sólo lo que quiera, si no quiere dar detalles es válido. También lo es si no quiere hablar del tema con otras personas.
Es bueno saber que algunas razones por las que se separa la gente son: (se puede hablar de estos temas con los niños, con el fin que comprendan que sucede en muchas familias y por diversos motivos)
El amor entre los padres ha cambiado, ya no es de la misma forma que al principio.
No son capaces de solucionar problemas que se presentan en la vida en pareja.
Con el tiempo, ambos han cambiado, sus gustos son diferentes y ya no tienen cosas en común para compartir.
Alguno de los dos, o ambos, se han enamorado de otra persona.
Uno de los dos, o ambos, no logró superar dificultades o cumplir responsabilidades.
Alguno de los dos o ambos trata al otro con agresividad o falta de respeto.
Es relevante conversar sobre estas razones frecuentes, ya que debemos sacar el foco de los niños, que suelen sentir (por su nivel evolutivo cercano al egocentrismo) que se han separado por culpa de ellos. Se debe dejar en claro que la separación es una decisión de los adultos para solucionar situaciones de adultos. Que aquí nada tienen que ver los hijos. Así mismo es importante explicar a los niños que no es responsabilidad de ellos solucionar el tema, para evitar que asuman situaciones que no les corresponden.
Con la separación la familia cambia su forma de vida, se termina la relación de los padres, pero la familia como tal sigue existiendo (familia: es el grupo que se forma cuando dos personas tienen un hijo). Es importante comentar a los hijos que existen distintos tipos de familia.
Es fundamental tener claro:
No es apto para los niños ser mensajero entre uno y otro (busque otros medios de mensajería).
No es adecuado pedirle información de lo que observa en las salidas con el padre o la madre (pregunte directamente a la persona).
No haga de su hijo un confidente (prefiera conversar con un adulto).
De todas maneras y para cada caso, que es un universo distinto al otro, se recomienda pedir ayuda a especialistas que puedan guiar y apoyar en esta situación de cambios tan importantes.
Varinia Signorelli C.