Si estás embarazada y quieres saber cómo capear el calor, conoce estas claves que los ginecólogos de IVI Chile recomiendan para que puedas disfrutar tus vacaciones, pero con precaución y cuidando de ti y tu futuro hijo.
El verano puede ser la estación favorita de muchos, pero también la más odiada, todo depende de qué tan agradable sea la temperatura. En términos generales, las recomendaciones estivales para todas las personas son: mucha hidratación (al menos 8 vasos de agua al día), ventilación de casas y oficinas temprano en la mañana, cerrar cortinas o persianas a mediodía y volver a abrir las ventanas por la noche; no exponerse a la luz solar directa sobre la cabeza ni hacer ejercicio físico intenso entre las 11:00 y las 15:00 horas y usar ropa holgada, liviana y ojalá de telas como el algodón.
¿Pero qué pasa si estás embarazada? Es importante saber que durante la gestación, sobre todo en el último trimestre, la tolerancia al calor excesivo es menor, generando respuestas vasomotoras más intensas y situaciones como sofocos, desmayos, vahídos, hinchazón de manos, pies y tobillos o golpes de calor. Por esto, los médicos de IVI son enfáticos en recomendar evitar exponerse a los cambios de temperatura en forma brusca o por periodos prolongados, mantener y controlar una hidratación adecuada y evitar saunas, baños de vapor y aguas termales calientes. Si bien no es desaconsejable tomar sol (incluso con bikini), el uso de bloqueador solar es obligatorio (+de 30 Factor UV), para evitar quemaduras y manchas.
Golpe de calor
Cuando la temperatura sube por sobre los 39°C (lo normal en el cuerpo humano es de 37°), se produce un “golpe de calor”, una situación riesgosa, que es una especie de colapso en el funcionamiento del organismo. Este aletargamiento puede implicar, como consecuencia, un riesgo serio para la salud, no solo de una embarazada y su futuro bebé, sino también de todos los niños menores de 6 años. Entre otros, los síntomas son: mareos, vómitos, vértigo, piel enrojecida, pulso acelerado, dolor de cabeza, confusión e incluso, pérdida de conciencia. Siempre es recomendable consultar con tu doctor ante estas señales.
Para evitar correr riesgos, basta con seguir las recomendaciones generales entregadas por IVI Chile y otras más específicas que pueden ser de gran ayuda:
· Nunca salgas sin tu botella de agua. La hidratación es trascendental, sobre todo si tiendes a transpirar mucho. Consume frutas frescas y evita las grasas y los hidratos de carbono.
· Puedes usar aire acondicionado o ventiladores, pero no en posición directa a tu cuerpo. La idea es que hagan circular el aire y bajen la temperatura, no que te enfermes.
· Los spray refrescantes o de agua termal son una excelente alternativa para rociar tu cara y mantenerla fresca.
· Para evitar la hinchazón de pies y manos, aprovecha de nadar, que es un excelente ejercicio veraniego. Los masajes de drenaje linfático también ayudan a no retener líquidos.
· Prescinde de los paseos o caminatas a las horas de más calor. Hazlo a última hora de la tarde, cuando esté más fresco.
De seguro que si sigues estos consejos y acudes a tu médico ante cualquier alarma, tendrás un verano sin contratiempos y la ola de calor pasará (casi) desapercibida.
Equipo Supermadre