Querida Mamá:
Desde que te enteraste de mi próxima llegada, me hace feliz saber que me esperas con ansias. Durante estos meses en tu vientre, he sentido como te emocionas al escuchar mis latidos en cada ecografía, también me he dado cuenta que vas acompañada de mi padre, que siempre se intenta hacer el fuerte para no emocionarse, pero nunca lo consigue.
Me he dado cuenta también cómo estás planificando mi llegada, escucho cuando dices que no te importa si soy hombre o mujer cuando te preguntan.
Pero desde hace unos días te noto nerviosa, te cuesta dormir en las noches, sé que estás preocupada al igual que papá. Al parecer, tras la última ecografía, cuando el doctor te contó que soy un varón y que mis extremidades son más cortas, que soy mucho más pequeño que el percentil más bajo, que mi cabeza es más grande y que seré de baja estatura, te dejó desanimada.
Te escucho llorar desde que supiste que existe una probabilidad de que tenga una displasia esquelética, y que por el tamaño de la cabeza el parto será por cesárea.
Pero ¿sabes qué? Necesito contarte que vengo del futuro y me vi convertido en un adulto feliz, y todo gracias a ti.
Es cierto que mis primeros días de vida no será fáciles, porque estaré hospitalizado durante un tiempo. Cuando nazca te explicarán que lo que tengo es acondroplasia, eso explica mi baja estatura y te darán algunas indicaciones sobre los cuidados de salud que tendré, pero estaré bien. Los médicos siempre estarán apoyando y supervisando a través de algunos exámenes, que todo marche bien. Es probable que sufra de otitis en reiteradas ocasiones y que me operen de adenoide y colleras. Sé que las operaciones te ponen nerviosa, pero debes saber que cada niño es un mundo distinto y de ser así, de seguro todo saldrá bien. pues no soy el primer niño con acondroplasia que llega a este mundo.
Te pido que me tengas paciencia y respetes mis ritmos. Me demoraré más que los otros niños en caminar, pero lo lograré de todos modos. Iremos al teatro, me encantarán los títeres, gozaré bailando con cada instrumento musical.
También iré al jardín y aunque tendré que aguantar que algunos niños me molesten en la calle por mi baja estatura, me enseñarás a defenderme y aceptarme tal y como soy. Esto me permitirá fortalecer mi autoestima y una vez que entre al colegio, conoceré a mis mejores amigos, quienes me acompañarán hasta que me convierta en un adulto.
También podré acceder a estudios superiores, incluso puedo ir a la Universidad si así lo quiero. Como todos, también tendré desilusiones amorosas, muchas veces no seré correspondido, sin embargo me ayudarás a salir adelante y me harás entender que todos podemos ser felices, incluso si no encontramos una pareja.
Pero ya verás lo feliz que serás una vez que te convierta en abuela. Porque sí, encontraré el amor y también podrás tener nietas y nietos. Finalmente verás que nada era tan terrible como pensabas. Tus miedos se irán, porque todo tu esfuerzo, fortaleza, entrega y amor, me convertirán en una persona fuerte y segura.
Nos vemos pronto.
Tu hijo, que ya te ama.
Carmen Charlot Carrasco Maureira
Ingeniera Comercial y mamá de talla baja Pablito