Mucho sabemos de los innumerables beneficios que tiene la leche materna para un bebé, pero se deja de lado el alto beneficio que tiene para la otra participante de esta experiencia: la madre. La lactancia, no solo trae beneficios mientras se está amamantando, sino que también vemos sus efectos a largo plazo en el historial de salud de una mujer.
Durante las últimas décadas se han hecho innumerables estudios al respecto, para que nos terminemos de convencer de los altos beneficios que tiene amamantar. Entre alguno de ellos podemos encontrar:
• Producción oxitocina: al amamantar, el cuerpo sigue produciendo la hormona llamada oxitocina, lo que trae varios beneficios durante el post parto. Para empezar, es la responsable de que tu útero siga haciendo contracciones para volver a su tamaño original y de esta manera, evitar hemorragias. La oxitocina también juega un papel fundamental en la relación que tenemos con las demás personas; no acentúa la empatía y la capacidad de identificar distintas emociones. Sus altos niveles colaboran con que la madre pueda distinguir los distintos llantos del bebé y así atender sus necesidades de mejor manera.
• Demora en el período menstrual: el cuerpo es sabio y al saber que está amamantando, retrasa el período menstrual y de esta manera baja las probabilidades de otro embarazo (solo las baja, no las elimina). Cuando menstruamos, se pierde mucho hierro lo que te podría llevar a una anemia. La producción de leche consume hierro de tu cuerpo, sin embargo, es mucho más el que se pierde a través de la menstruación que en la lactancia. Efectivamente tu bebé se lleva parte de tus nutrientes, pero si llevas una dieta equilibrada y completa, no debería haber ningún problema. se pierde menos hierro (lo que se pierde produciendo leche es menos que con la menstruación)
• Equivale a una hora de ejercicio diario: no subestimes el trabajo que hace tu cuerpo al alimentar a otro ser humano. Está trabajando a toda máquina, por lo que las calorías que consumes equivalen a una hora completa de ejercicio.
• Diabetes: si tuviste diabetes gestacional durante tu embarazo, la lactancia materna disminuye la probabilidad de que ésta se quede después de que haya nacido tu bebé. De hecho, se han hecho estudios en los cuales demuestran que las madres que tienen diabetes tipo 1 y amamantan a sus hijos, sus niveles de insulina se mantienen mejor equilibrados de lo normal
• A largo plazo disminuye las enfermedades cardíacas
• Menor riesgo de osteoporosis: se ha demostrado mediante estudios que a pesar de que la madre mientras amamanta pierde calcio, cuando deja de hacerlo vuelve a los mismos o mejores niveles de calcio en sus huesos, protegiéndola de una posible osteoporosis.
• Menos cáncer de mama y de ovario: amamantar por lo menos un año disminuye un 28% de probabilidades de que se origine un cáncer de mama años después. Otros, demuestran que independiente de la duración de la lactancia, disminuye el cáncer de ovario. Esto se puede deber a que bajan los niveles de estrógenos y además a que los senos cumplen su función fisiológica.
Para finalizar, hay que hacer hincapié en que alimentar un hijo a través de fórmula no te hace peor o mejor madre (¿quién puede determinar eso?). La lactancia a veces puede traer dificultades (pezones agrietados, mastitis, malas posturas, etc.), por lo que debes tener paciencia ya que en promedio, una madre con su bebé se demora alrededor de 3 meses en conocerse y adaptarse al otro. Luego, será tan fácil como si lo hubieses hecho toda tu vida!! Infórmate, haz preguntas y busca una asesora de lactancia si crees que es necesario.
María Jesús Leturia I.
Doula
Instagram: doula_online