La salud del bebé dentro del útero depende básicamente del bienestar de la madre, de su alimentación, actividad física, descanso, etc. Además depende de cómo la madre se siente. En el fondo de todo lo que incorpora por sus poros. Por esta razón el tomar noticia de las emociones durante el embarazo y de cuidar lo que vamos sintiendo es relevante porque afectará en la salud mental de nuestro hijo.
Tener emociones displacenteras en forma frecuente, el estrés, las penas, la ira, etc. provoca que se secreten hormonas como el cortisol, que es una hormona tóxica y que es capaz de atravesar la placenta (a pesar que sirve de barrera protectora del cortisol, que al aumentar los niveles sucumbe y lo deja pasar). De esta manera influye en su sistema nervioso, ya que el cortisol pone alerta al organismo, alterando también al feto quien se alerta.
¿Qué pasa con la ansiedad?
Cuando la madre está ansiosa, se reduce el flujo sanguíneo que llega a la guagua, bajando la cantidad de nutrientes que llegan a éste.
Es fundamental un entorno contenedor para las madres que gestan a sus guaguas, es fundamental que empaticemos con ellas y les evitemos malos ratos.
Las actividades de relajación, la conexión con el bebé y todo lo que tiene que ver con la estimulación del vínculo temprano: madre-hijo, están recomendadas para construir momentos de interacción ricos en oxitocina y lejos de adrenalina y cortisol que poco aportan y generan dificultades a largo plazo
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Equipo terapia Infantil