Autonomía Infantil

La autonomía es un proceso gradual, que parte desde el nacimiento y continúa hasta los logros de la adultez.

En la construcción emocional de nuestros pequeños vamos a determinar factores fundamentales en la constitución de una autoestima adecuada y un sentimiento de sí enriquecidos: uno de los pilares fundamentales es la Autonomía.

¿Qué es la autonomía? Es la capacidad que tienen los niños de ir adquiriendo habilidades poco a poco y que, con el paso del tiempo, permite que vayan realizando acciones por sí mismos sin necesitar ayuda.

Para adquirir la autonomía es crucial que los niños/as se hayan sentido acompañados y resguardados en la realización de alguna tarea. Luego de esta primera actividad realizada en compañía, serán capaces de anclar el aprendizaje afectivamente: a la sensación de satisfacción de haber logrado un desafío y a la presencia del adulto significativo que ayudó a concretarla. Estas experiencias van generando, en el niño/a, el sentimiento de seguridad asociado al sentirse capaz de realizar tal o cual acción.

Antes que un niño sea capaz de adquirir autonomía, debe recibir desde los adultos que lo rodean señales que le van a permitir desplegarse de manera adecuada. La edad preescolar es un periodo critico, en el que el cerebro se desarrolla rápidamente recogiendo la influencia del medio que lo rodea, el cuerpo es el “socio estratégico” del cerebro para seguir desarrollándose es por eso que vamos a considerar que los niños “aprenden haciendo”.

El afecto que se le expresa, las consideraciones que se le tiene y el respeto con el que se les trata (especialmente frente a los errores) permite que los niños se adapten al entorno de una mejor manera y más aún, a las situaciones nuevas y exigencias.

Algunas señales que nos permitirán observar que nuestro hijo/a se desarrolla adecuadamente hacia la adquisición de autonomía son:

• se observa seguro de sí mismo/a
• toma la iniciativa
• es perseverante,
• cada vez va tolerando mejor la frustración, es capaz de reaccionar cada vez más adaptativamente.

Para motivar la autonomía:

• no subestimar las habilidades de los niños/as
• demuestra respeto hacia su esfuerzo y sus espacios
• no hagas demasiadas preguntas
• no te apresures en responder
• no le quites las ilusiones, anímalo/a a usar sus recursos: “tu puedes”

Varinia Signorelli C.