La astrología data de hace miles y miles de años, es una sabiduría muy antigua que no tiene sus orígenes muy claros, pero bien sabemos de una buena manera que emerge de la mitología griega, es así como de la diosa Afrodita aparece Venus, de las diosas Artemisa y Selene , se origina la Luna, de Ares Marte, de Poseidón, Neptuno y así, los planetas son los grandes regentes e influyentes energéticamente en la vida, en la tierra, en los seres; “como es arriba es bajo” , “como es adentro es afuera”; somos un espejo cósmico, todo está unido , entrelazado, somos causa y efecto, luz y sombra, estamos en sincronía.
En su primer respiro, se impregna toda esta energía cósmica, las posiciones planetarias por las constelaciones estelares desde el punto de vista terrestre, nos impacta, nos viene de una u otra manera a decir algo, una misión, un aprendizaje, nos habla de nuestros talentos, la personalidad, karmas , cómo nos relacionamos , cómo vemos el mundo y más; somos hijos de nuestra madre y padre por algo, nuestros hijos están con nosotros por algo.
¿Qué pasa con los vínculos y relaciones?; Un niño/a nace y ahí está , un ser en nuestros brazos, ¿qué nos viene a decir?, ¿a enseñar?, con la astrología podemos descifrar muchas cosas, es un arqueometro para entender la vida , quizás la parte inexplicable, lo misterios.
El Sol es nuestra misión, esencia y conciencia, el arquetipo del padre puede estar en cualquier signo, Aries, virgo, géminis, tauro, para allá debemos ir; la Luna es la madre, es lo que nos ancla a la vida, son todas nuestras emociones, es un planeta muy importante , es nuestro refugio emocional; en los niños es la primera energía y en los adultos es nuestra niño/a interno, es nuestro automático, por un lado nuestro refugio y por otro nuestro mecanismo de defensa . A través de la energía lunar nuestros hijos nos ven, nos sienten porque la luna es la gran madre, la primera energía, lo primero de la vida, así como las mamás somos todo para nuestras guaguas, somos lo primero que ven, que aprenden , que sienten. Lo mismo con la Luna, ella es la que está más cerca de la tierra, su energía impacta, envuelve al cachorro humano, lo nutre, protege, limita, le da seguridad y supervivencia, son las emociones, sentimientos, orígenes, pertenencia.
Es importante entonces conocerla, saber si es Fuego, Aire, Tierra o Agua; los elementos básicos de la existencia:
Los niños fuego (Aries, Leo y Sagitario) serán los iniciadores, los de aventuras, acción, movimiento, extrovertidos, apasionados, optimistas, de vitalidad y confianza.
Los niños aire (Géminis, Libra y Acuario) sociables, intelectuales, mentales, comunicativos, creativos, geniales y racionales.
Los niños tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) estables, concretos, con objetivos, perseverantes, realistas, prácticos, y sensitivos.
Los niños agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) emotivos, sensibles, intuitivos, fantaseosos, creativos, introvertidos, místicos y compasivos.
Es importante fusionarnos con nuestros hijos, aquí las energías de Neptuno y la Luna juegan un rol importante en el zodiaco, se trata que la madres “sintamos” a nuestros cachorros, nos sumerjamos en el elemento agua de la astrología, las emociones, la intuición, así estaremos más cerca de la verdadera realidad emocional y lo que en verdad sienten nuestros retoños.
Neptuno nos viene a decir que, de la forma como la madre ejecute su función, generará una gran fuerza que repercutirá en el planeta, sin límites, sobre todo en los niños.
Con la astrología nos damos cuenta que el embarazo es un proceso cósmico que por proximidad se corresponde con la Luna, astro que rige el ciclo femenino, las menstruaciones. Por este motivo, se dice que la Luna tiene un ciclo aproximadamente de 28 días que se relaciona con los ciclos menstruales de la mujer. Los ciclos lunares nos pueden ayudar para la gestación de un hijo/a; Y si buscamos niña o niño, los astros podrían ayudar también.
Nos devenimos madres por una necesidad del alma de la mujer y ese espíritu reencarnará en un momento adecuando para cumplir su camino y misión, nació de nosotras por algo, venimos de un viaje juntos y tenemos que volver a encontrarnos, el amor nos une y para que el amor triunfe hay mucho que aprender. El universo se expresa de manera causal, y el embarazo es un proceso que lo es, por lo tanto, el nacimiento es también un proceso cósmico y causal.
Astrología & Biografía Humana.
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