Anorexia
En general y no sólo en la anorexia, los problemas que tienen que ver con el control y la ingesta de alimento han tendido a multiplicarse. Se le echa la culpa a los estereotipos de belleza que se presentan, se le echa la culpa a que por dificultades las mujeres hemos dejado de desear, sin embargo todas las anteriores excusas parecen pretextos, por lo tanto vamos a analizarlo.
La anorexia provoca que una persona deje de comer: inicialmente dejar de lado algunos alimentos (selectiva en lo que consume: calorías, grasas, azúcar, etc.), luego va incrementándose el rango de alimentos que deja de lado, hasta llegar a comer nada. Así tal cual, las anoréxicas se alimentan de NADA. Lógicamente esto provoca enfermedades y efectos nocivos para el desarrollo del cuerpo, para el funcionamiento diario e incluso llegar a extremos en donde las personas se aíslan socialmente (para no ser juzgadas por no comer o por la delgadez)
No es una falta de deseo, la anorexia es sostener el deseo a toda costa. Para desear algo debe haber un vacío, las anoréxicas necesitan seguir deseando (mantener el vacío/mantener el hambre).
El mecanismo psíquico que opera en esta situación no es tan sencillo: en palabras simples podríamos decir que al sentirnos sometidas ante el deseo de otra persona, cuando no somos capaces de rechazar aquello que nos hace mal (del vínculo) usamos una manera de rechazar, que tiene que ver con otra cosa: el alimento.
Es una forma de gritar ¡no necesitamos de otra persona! Es una guerra de Deseo entonces. Dada esta aclaración podremos deducir que este grito de ayuda no se remedia con un “obligar a comer” ni con una conversación simple.
Conductas a las que debemos estar atentas y sospechar anorexia:
– Rápida pérdida de peso.
– Obsesión por la alimentación, los alimentos y el control del peso.
– Pesarse reiteradamente.
– Contar o racionar los alimentos cuidadosamente.
– Excesos al consumir agua (especialmente si van al médico y van a pesarlas)
– Ingesta selectiva de alimentos (algunas son alérgicas a determinados alimentos o vegetarianas)
– Realización excesiva de ejercicio.
– Manifestaciones en torno a lo “gorda” que se está.
– Aislamiento social.
– Síntomas asociados a la depresión y baja de ánimo (desmotivadas)
– Falta de energía.
– Sienten frío constantemente.
– Aparición de pequeños “pelitos” en los brazos (lanugo)
En caso de detectar algunos de estos síntomas, en las personas que nos rodean, es necesario acudir a un especialista que pueda ayudar en esta problemática. Será fundamental entonces, acudir a la red de apoyo que ésta posea (padres, hermanos, amigos, novio) para que puedan pedir ayuda rápidamente. (Ya sabemos que la charla de “debes comer” “eres linda” no resultará).
Varinia Signorelli C.