Las imágenes ecográficas han mejorado significativamente en los últimos 10 años, lo que ha permitido a los expertos estudiar la anatomía de la mama durante la lactancia con más detalle. Aunque el conocimiento obtenido no varía necesariamente la forma de ejercer la práctica de la lactancia, nos ayuda a entender por qué hacemos las cosas como las hacemos. Sobre esta base, en este artículo queremos mostrarte 3 consideraciones importantes que deberás tener en cuenta durante el maravilloso período en que amamantas a tu bebé:
- Una rápida y eficaz primera eyección de la leche es importante para una óptima extracción de la leche.
En los conductos no se almacenan volúmenes grandes de leche, ya que no se observan senos galactóforos; por tanto, se puede extraer muy poca leche antes de la primera eyección. Se sabe que un bebé inicialmente hará una succión rápida, lo que estimula el pecho para que salga la leche, y las investigaciones demuestran que una primera eyección rápida de la leche conducirá a más eyecciones de leche posteriores.
- Los embudos de los extractores de leche deben tener el tamaño adecuado para cada madre.
Un embudo que se ajuste correctamente evita que los conductos galactóforos se compriman, permitiendo así un vaciado óptimo del pecho y una producción máxima de leche durante la extracción. Esto ayuda a las madres a mantener su producción de leche y favorecer la lactancia.
De la misma forma, un embudo del tamaño incorrecto puede producir un flujo reducido de leche debido al bloqueo de los conductos galactóforos o una inhibición de la eyección de leche puede causar una reducción de la producción ésta. La fricción alrededor del pezón y/o la areola puede causar molestias y traumatismos y puede ocasionar que no puedas realizar la extracción regularmente. Una vez más la producción de leche está en peligro. Un traumatismo en el pezón puede agrietar el tejido, lo que aumenta el riesgo de infección y de mastitis.
Pero ¿cómo saber si el embudo de mi extractor es del tamaño correcto? centra el pezón en el túnel del embudo, empieza la extracción y verifica los siguientes puntos:
- ¿Se mueve el pezón libremente en el túnel?
- ¿Se está introduciendo poco o nada de tejido de la areola en el túnel del embudo?
- ¿Percibes movimientos rítmicos y suaves en el pecho en cada ciclo del extractor?
- ¿Sientes que el pecho se vacía por completo?
- ¿Sientes ausencia de dolor en el pezón? Si la respuesta a alguna de las preguntas anteriores es «No», seleccione un embudo mayor (o menor). Veamos algunas imágenes:
Necesitas un tamaño diferente si el embudo:
Ajuste correcto
…es demasiado pequeño, ya que el pezón no se mueve libremente en el túnel.
…es demasiado grande, ya que se está introduciendo demasiado tejido de la areola en el túnel del embudo.
…es demasiado grande, ya que el embudo no queda bien ajustado.
- Posición de la mano: cuando se sujeta el pecho o durante la extracción
Puesto que el 65 % del tejido glandular se sitúa en los primeros 30 mm desde el pezón y los conductos son bastante superficiales, es importante considerar la posición de las manos y los dedos cuando se está dando el pecho o durante una extracción. La presión sobre los conductos y el tejido puede causar que la leche no fluya libremente, lo que conduce a bloqueos y, a su vez, a congestión; la consecuencia es una reducción de la producción de leche. Cuando no se extrae la leche del pecho se produce una proteína denominada inhibidor por retroalimentación de la lactancia (FIL). Cuando la cantidad de FIL aumenta, se envía una señal al hipotálamo para reducir la prolactina y, en consecuencia, se reduce la producción de leche. Para evitar que esto suceda, también deberás verificar cómo colocar al bebé para no tener que ejercer demasiada presión sobre el pecho durante la toma o la extracción.
¡Y ahora ya estás lista para continuar el hermoso camino de la lactancia!
Recuerda que Medela tiene un mundo de soluciones para la etapa del amamantamiento.
Equipo terapia Infantil