El inicio de la alimentación complementaria es un hito que nos ocupa a las madres y a todos los miembros de la familia. Socialmente la comida tiene una valencia muy especial, muchas veces revisamos el bienestar de nuestro hijo preguntándonos cuánto comió y sentimos que en cada cucharada le damos un pedazo nuestro.
Tenemos que tener claro nuestro contexto, porque erróneamente supeditamos el bienestar a la cantidad que comemos y muchas veces nos tomamos a lo personal que nuestro hijo (o cualquier persona) no coma lo que hemos preparado con cariño. Si despejamos estas variables nos encontraremos con la posibilidad abierta de elegir y con la certeza que haya comido más o menos o mucho no tiene que ver con su felicidad. Hay días en los que tendremos más hambre y otros días que tendremos menos hambre, según factores como actividad física o clima, entre otros.
La cantidad que comemos, además, es absolutamente subjetiva. El plato y su tamaño dependerán de la zona del planeta en donde estemos, de las tradiciones y del ojo de quien lo mira. Es así que para la abuela siempre estaremos flacos y siempre seremos malos para comer. El comió poco o mucho no es indicador porque su descripción dependerá del observador. Muchas veces cuánto como tendrá que ver con el equilibrio entre lo que el bebé comió y lo que su madre quiere que coma. De ser así debemos observar bien lo que pedimos.
Los pediatras sugieren partir con alimentos triturados o papillas, también llamados colados. Los colados permiten a los niños ir percibiendo otros sabores e ir poco a poco familiarizados con las texturas y tamaños; dando paso para eso a los picados para luego pasar por la comida más solida.
Los adultos somos los responsables de elegir los alimentos que consumirán nuestros bebés, si queremos que consuma un alimento, entonces tendremos que hacerlo nosotros y si queremos que deje de comer lo que no corresponde, entonces debemos dejar de llevarlo a casa. Los alimentos deben ser lo más naturales posible, evitar sal y azúcar para sí educar el paladar. Hoy por hoy, los especialistas en comida infantil, producen alimentos sin preservantes, sin sal añadida, sin azúcar añadida y en muchos sabores orgánicos; como es el caso de Naturnes de Nestlé, que en su variedad de compotas de fruta cuenta con una linea orgánica que es muy útil al momento de alimentar a nuestra guagua.
Debemos recordar que los colados y picados Naturnes cuentan con el respaldo de la Sociedad Chilena de Pediatría y que debemos siempre asegurarnos que la tapa suene “puc” al abrirse ya que nos asegura que no ha sido abierto antes, gracias a su sello al vacío.
A medida que que van creciendo van a adquirir nuevas destrezas motoras y serán capaces de llevarse la cuchara a la boca. La idea es que podamos permitir a los niños que exploren por ellos mismoss, acompañándolos lograrán autonomía, nuestra presencia les brinda seguridad.
La sensación de hambre es propia de cada individuo, es un indicador que todos los bebés sanos tendrán. Es bueno observar los ritmos y las necesidades del bebé para responder a esta sensación y nunca obligar a comer cuando nuestros niños no quieren.El momento de la comida debe ser un momento de relajo y de interacción con quienes queremos. debemos propiciar un ambiente de respeto y evitar confrontar a los niños en este momento, así nos conocemos más y generamos mejores vínculos. No debemos olvidar que si queremos generar hábitos en los más pequeños de la casa, el tenerlos nosotros y educar con el ejemplo es lo primordial, especialmente en la consolidación de los hábitos alimenticios.
Recordemos que la OMS sugiere lactancia hasta los 2 años de edad o hasta que la madre y el niño lo decidan, siempre será un aporte, siempre la leche materna alimenta y brinda nutrientes, que nadie te diga lo contrario. Luego de los 6 meses tu pediatra te sugerirá alimentación complementaria, finalmente tendrán que acostumbrarse a alimentarse de comida para cuando sean más grande. Esa es la razón de incorporar alimentación complementaria, un complemento y no un sustituto.
Mientras el bebé solo toma leche materna a demanda no necesita beber agua. A partir del sexto mes, se le puede ofrecer agua según la sensación de sed que tenga. El agua tiene que ser la bebida principal, nada le hace mejor. Recordemos que las aguas de hierbas están contraindicadas para los menores de 1 año. Pueden generar botulismo, una enfermedad neurológica severa.
No se debe añadir ni azúcar, ni miel, ni edulcorantes en los alimentos de los niños. De la misma manera evitar la sal.
Debemos evitar alimentos que puedan causar atragantamientos: frutos secos, cabritas, uva, zanahoria entera, manzana en grandes trozos.
Recordemos que a partir del primer año, si los niños no toman leche materna, pueden tomar leche de vaca. Las bebidas vegetales mal llamadas “leches” de arroz, avena, almendra, etc. No sustituyen la leche.
Sigue tu instinto, nadie más que tu sabe lo que necesita tu guagua. Escucha los consejos que aparecerán bien intencionados pero eres tú quien decide, tú eres la mamá. Confía en ti.
Equipo Supermadre.