La alimentación de nuestros hijos más pequeños es todo un tema. Sabemos que la lactancia materna tiene todo lo que una guagua necesita, sin embargo alrededor de los 6 meses tu pediatra te indicará iniciar la alimentación complementaria y con eso aparece la preocupación de entregarle a las guaguas lo mejor posible, lo más natural, lo que más nutrientes les entregue, etc. Nos damos muchas vueltas eligiendo qué darles y en qué momento.
Algunos pediatras te indicarán empezar por la fruta (el conocido “postre”), mientras que otros te indicarán empezar por la alimentación salada (aunque no debe tener sal). Particularmente me indicaron, con la menor, que partiera por la comida porque nos pasa que la cultura de postre que tenemos podría tener que ver con esta primera ingesta de fruta luego de la leche materna, pero tengo mis dudas. da para otra gran conversación sobre el análisis de los postres y el refuerzo positivo que genera en nuestra área emocional. Pero volvamos al tema que nos convoca: la alimentación complementaria.
La alimentación complementaria no es más que eso, complementaria. Tu guagua recibe todo lo necesario de tu cuerpo con la lactancia, pero debemos entrenar el aparato digestivo en incorporar alimentos distintos para cuando ya no exista esa forma de alimentación. Por tanto, ya le estamos dando lo que necesita, lo que necesita ahora nuestra guagua es entonces que nos relajemos y disfrutemos del proceso para que ellos lo hagan también. Todo lo que aprendan de este ritual de iniciación se lo llevarán en el bolsillo a su vida adulta: especialmente las emociones ligadas a la comida. No importa cuánto coma sino cómo lo coma y en qué ambiente. Recuerda que es alimentación complementaria.
Intentemos ser creativas con las papillas pero preocupémonos que lo que consuman no tenga sodio ni preservantes, tampoco azúcar añadida y que los ingredientes sean lo más natural posible. Mientras retrasemos lo más posible la ingesta de sodio y azucares, mejor será para nuestra guagua y menor riesgo de sobre peso. Ojalá pudiéramos darle fruta orgánica en cada comida, sin embargo no siempre la tenemos al alcance de la mano o sabemos su procedencia. A mi me pasa que abro un colado Naturnes y sé que es fruta orgánica sin azúcar añadida que puedo encontrarla en cualquier supermercado o farmacia.
Es bueno establecer rutinas sanas a la hora de comer y no hablo de horarios rígidos o lugares establecidos. Hablo de esos pequeños rituales que hacen de nuestra maternidad más amorosa y alegre:
- Escuchar una canción que a a ambos nos guste (y cantarla)
- Hablarle a través de su muñeco favorito mientras come
- Hacer volar la cuchara como si fuera avioncito
- Sacar fotos y permitir que meta las manos al plato para que sienta las nuevas texturas
- Respetar sus ritmos y no obligarle a comer si no come.
Recordemos la importante posibilidad social y de compartir, que nos da el comer:
- Sentemonos a la mesa todos juntos, bebé incluido, en el almuerzo familiar.
- Es buena idea que todos los integrantes de la familia alimenten a tu guagua, así podrá aprender lo nuevo y bueno de rostros distintos y tonos de voz característicos de cada uno.
- Déjalo que se ensucie, no pasa nada. Límpialo y cambia su ropa al final del almuerzo o cena, no te desgastes en mantenerlo limpio durante el proceso, es misión imposible e innecesario.
- Procura que la primera comida sea con flash apagados y en un ambiente intimo. La segunda la transmites en cadena nacional para el mundo entero.
¿Y Tú qué sabes de alimentación complementaria?