La adolescencia es un período que desconcierta a los padres, pues a veces no saben cómo relacionarse con sus hijos, por la distancia que estos les imponen. O no saben cuáles pueden ser sus problemas, desde lo psicológico a lo físico. Y ¿tienen complicaciones físicas si acaso no enferman? ¿A quién y dónde acudo si mi hijo adolescente tiene algún inconveniente de cualquier tipo? ¿Desde qué edad mi hijo es un adolescente y cuándo deja de serlo?
Esta es una etapa cada vez más larga. Comienza a partir del primer cambio físico en el desarrollo sexual, que es variable de persona a persona. Además, con los siglos de historia del ser humano, se ha ido adelantando. Y no culmina con el último cambio corporal externo; lo hace cuando el joven es un ser independiente, capaz de tomar sus propias decisiones y ser responsable de ellas.
En lo físico, corresponde a la maduración del cerebro, que no se ve externamente, y que ocurre aproximadamente a los 24 años. Los padres quisiéramos cuidar e influir positivamente en nuestros hijos, previniendo cualquier daño y facilitando su desarrollo sano. Esta fase es nuestra última oportunidad. Para ello, es útil conocerlos, saber cómo piensan y por qué hacen lo que hacen, para que, con perspectiva, actuemos en forma serena y se establezcan vínculos constructivos con un monitoreo adecuado. Son los vínculos sanos los que educan a las personas.
Durante la adolescencia, en los jóvenes hay un reordenamiento del sistema nervioso central en los circuitos de búsqueda de recompensa, de autorregulación, en la búsqueda de pertenencia y de aceptación por sus pares.
Esto los hace más vulnerables desde el punto de vista psicológico, lo que puede traer daño mental o físico, por ejemplo, accidentes fatales o con graves lesiones, adicciones, abusos, embarazos no deseados, oposicionismo, problemas de adaptación, ansiedad, depresión, suicidio.
Sin embargo, con la orientación adecuada, es posible evitar estos desastres en los jóvenes y colaborar para que puedan desarrollar sus fortalezas y habilidades y corregir sus debilidades, transformando el riesgo en una oportunidad. Para lograr este objetivo, el entorno del joven es crucial; es ahí donde se puede actuar, y los padres son fundamentales.
Si bien los jóvenes presentan fuertes deseos de autonomía, a ellos y ellas les interesa la opinión de sus padres. De esta manera, los padres y educadores pueden hacer la diferencia.
Libro Adolescencia: Respuestas para padres
El Centro de Adolescencia de Clínica Alemana publica este completo libro guía que aborda temas muy actuales e indispensables para padres, profesores y todas las personas que se relacionan con jóvenes en este período de la vida.
El consumo de drogas y alcohol; uso de internet, redes sociales y teléfonos móviles; sexualidad; desarrollo de la autonomía y hábitos de estudio; prevención de trastornos alimentarios; la construcción de la identidad; la ansiedad, los cuidados de la piel, son algunos de los muchos temas que aquí se tratan.
Los autores de este libro son parte de un grupo de más de treinta profesionales que pertenecen al Centro de Adolescencia de Clínica Alemana, quienes desde el año 2000 se han dedicado a la atención del adolescente en sus múltiples dimensiones.
Según explica el editor del libro, doctor Alberto Trautmann, “en esta obra hemos abordado la multidimensionalidad del adolescente, por lo que se incluyen distintos temas relacionados con la salud física y mental, sus alteraciones y, lo más importante, su promoción y monitoreo aconsejables. Además, incluimos bibliografía del conocimiento científico disponible. De esta manera, esperamos que entregue respuestas y herramientas para prevenir daño y, sobre todo, fomentar la salud integral de nuestros hijos adolescentes, desde un punto de vista de propuestas positivas”.
¿Dónde encontrarlo?
Está disponible en librerías de todo Chile y en formato digital en Amazon.com
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