La cesárea es una cirugía que consiste en una incisión en la parte baja del abdomen y el útero, con el objetivo de extraer al bebé y la placenta, cuando la atención de un parto normal no es posible.
Existen ocasiones en que la cesárea se programa con semanas de anticipación y otras en que se realiza cuando surgen complicaciones inesperadas.
En la última década los partos en el sistema privado de salud de nuestro país avanzaron de un 20% a un 30% del total de nacimientos y justamente es en este sistema donde existe el porcentaje más alto de cesáreas (71,8% en 2012), por lo que resulta fundamental conocer sus causas y el procedimiento.
Hay casos en el que una mujer necesitará una cesárea antes del término del embarazo y se podría deber a:
– Cirugías ginecológicas previas.
– Si tu bebé pesa más de 4300grs y tienes alguna enfermedad relacionada como diabetes Gestacional o en el caso que tu embarazo anterior haya sido con un bebé de igual o similar tamaño y que haya sufrido lesiones producto del parto normal.
– Si tienes diagnóstico de placenta previa, es decir, que tu placenta cubre el cuello del útero y por lo tanto, obstruye la salida del bebé.
– Si tienes virus papiloma humano activo, VIH positivo o herpes genital, ya que podría contagiarse.
– Si tuviste una cesárea anterior con corte vertical o más de una cesárea. Esto aumenta significativamente el riesgo de rotura uterina durante el trabajo de parto.
– Para el caso de un embarazo gemelar, podrían nacer por parto normal siempre y cuando el médico tenga la pericia para realizar el procedimiento, de lo contrario, se programará una cesárea electiva. Cuando son trillizos o más siempre se realizará una cesárea.
– Si tu bebé viene en una variedad posición que no sea de cabeza, aunque hay una cantidad muy baja de médicos que atienden partos en podálica.
– Si tu bebé viene con una anomalía o malformación fetal que interfiera el parto normal o haga la extracción muy difícil.
– Si hay presencia de tumores pélvicos.
– Si tienes Preeclampsia severa y en preeclampsias moderadas dependerá del criterio médico.
– Compromiso fetal que contraindique la inducción del parto.
– Enfermedad materna que desaconseje parto vaginal.
– En algunos casos de prematuridad.
La cicatriz de cesárea horizontal no es contraindicación de un parto normal en el próximo embarazo.
Casos para indicar una cesárea de urgencia en el trabajo de parto:
– Pese a venir de cabecita y no logra encajarse.
– Se puede detectar una mal posición en el trabajo de parto.
– Fracaso de inducción: se considerará fracasada una inducción cuando, tras 12 horas de oxitocina sintética no se hayan alcanzado condiciones favorables de trabajo de parto.
– Trabajo de parto detenido: cuando, habiéndose establecido condiciones de trabajo de parto, hayan transcurrido más de 2 horas sin progresión.
– Desproporción de la cabeza con la pelvis
– Cesáreas electivas que inician trabajo de parto espontáneo: por ejemplo, en las presentaciones podálica o en el caso de pacientes con más de dos cesáreas anteriores.
– Bajen los latidos del corazón de tu bebé a rangos anormales.
Casos en los que se practica una cesárea de emergencia:
– Pérdida de bienestar fetal
– La placenta se desprende parcial o totalmente del utero
– Prolapso de cordón: El cordón umbilical cae por el cuello del útero.
– Ruptura uterina
En todos estos casos el nacimiento del bebé debe ser inmediato ya que al ocurrir cualquiera de estos casos, queda sin suministro de oxígeno.
Preparación para una cesárea
Para realizar una cesárea el médico deberá informarte el procedimiento a realizar junto con las complicaciones que podrían aparecer en el procedimiento quirúrgico. El mismo, te hará firmar un documento donde autorizas al doctor a practicarte la cesárea y le das la facultad para actuar en el caso que ocurra algún inconveniente y tenga que actuar rápidamente.
Deberás evaluar quien quieres que te acompañe durante la preparación, la cirugía y el nacimiento de tu hijo para sentirte confiada y tranquila.
El día de la hospitalización, deberás hacer el ingreso por la admisión de la clínica que has escogido. (Te recomiendo realizar un preingreso anterior para agilizar los tiempos ese día).
Al trasladarte a tu habitación, te indicarán realizarte una ducha con un jabón especial y quitarte todo tipo de maquillaje y joyas.
Se te hará un rasurado del vello púbico en el lugar donde te realizarán el corte de la cesárea.
En este momento te trasladarán al pabellón de la maternidad.
Se te instalará una vía venosa, por donde pasarán los medicamentos, sueros y el antibiótico para prevenir infecciones después de la cirugía.
Te realizarán una evaluación de anestesia, realizada por el mismo anestesista, que hablará contigo sobre la analgesia que utilizará para el procedimiento.
Sólo se administra anestesia general en las emergencias más extremas.
Y ahora te pasarán a la sala operatoria y te dirán que te acuestes en la mesa quirúrgica.
Te administrarán una anestesia raquídea, que duerme la parte inferior del cuerpo, pero no quita la consciencia para el nacimiento de tu hijo. Es necesario recalcar en este punto, que no bloqueará la percepción de los movimientos que realicen en medio del procedimiento y que te harás consciente de tu respiración.
Si has estado en trabajo de parto y ya te han administrado la epidural, el doctor podrá utilizar la misma analgesia para la cesárea. Antes de la cirugía se asegurará de que estés completamente anestesiada y si es necesario te pondrá analgesia adicional.
Te lavarán la guatita con un desinfectante especial.
Se te instalará una sonda por donde eliminarás la orina, ya que no tendrás la sensación de orinar producto de la analgesia.
Pondrán una sábana que creará una barrera visual para que no veas cuando te estén operando.
Si tu esposo o pareja te acompaña, podrá sentarse cerca de tu cabeza, con ropa verde del pabellón, podrá darte la manito y estar contigo en cada momento.
Si surge una emergencia, podrías necesitar anestesia general.
Al finalizar la cesárea, te trasladarán a la recuperación, lugar donde estarás aproximadamente dos horas, hasta que logres mover nuevamente las piernas. Ahí, te controlarán frecuentemente.
Si tu bebé está bien, lo llevarán a la sala de recuperación contigo para hacer apego y que lo pongas al pecho. Mientras antes lo pongas mejor!
Existen Clínicas donde la recuperación se realiza en la habitación, por lo que el apego se hace de manera inmediata. Esto es lo óptimo.
Se te administrarán sueros y medicamentos a través de la vía venosa hasta que puedas comer y tomar líquidos.
Estarás en la cínica entre 2 a 4 días antes del alta. Tu matrona o médico tratante te educarán diariamente sobre los cuidados del recién nacido y cómo cuidarse en los próximos 40 días. Te dejarán analgésicos para controlar el dolor.
Es de suma importancia que te prepares para una cesárea tanto como para un parto, porque pudiese ser que sea esta tu vía de parto. Te aconsejo tomar talleres de preparación prenatal destinadas a la humanización de la cesárea y pedir una asesoría de lactancia cuando estés en casa con tu hijo, de esa manera lograrás mayor seguridad, confianza y tranquilidad en esta nueva etapa.
María Jesús Farizo
Founder Babymed