¿Cuántos han intentado llevar una vida más sana eligiendo alimentos más saludable y haciendo ejercicio? Sin duda la mayoría, pero ¿qué pasa que no siempre tenemos los resultados que esperamos?
Muchas veces tratamos de cambiar hábitos que tenemos arraigados desde nuestra niñez en sólo una semana, lo que termina siendo tortuoso y desesperante, y es que nadie puede cambiar de la noche a la mañana, lo que debemos hacer es re-educarnos; por eso les dejo algunos consejos para que puedan empezar con este cambio.
1. Define tus metas a corto, mediano y largo plazo, lo ideal es que lo hagas con ayuda de un profesional Médico, Nutricionista y Profesor de educación física que puedan apoyarte. Un chequeo completo nos asegurará que tu cuerpo está listo para comenzar el cambio.
2. Organiza tu cocina, despensa y refrigerador, ¡esta parte es clave! define algunos días de la semana para preparar alimentos y dejar tus comidas refrigeradas, así evitas la tentación de comer otras cosas por falta de tiempo.
3. ¡Muévete! Comienza con caminar diariamente 15 a 20 minutos, a dejar el celular en la mesa de entrada y contestarlo cuando suene, y olvidarte del control de la tele, párate si quieres subir el volumen. Estos pequeños cambias ayudarán a aumentar tu metabolismo de a poco.
4. Toma agua, evita las bebidas gaseosas y jugos y prefiere el agua natural o mineral. Los receptores de la sed sólo se activan cuando tomamos agua, y mientras más agua tomemos nuestro cuerpo nos va a pedir agua.
5. Toma este proceso con calma, los cambios de hábitos requieren tiempo y esfuerzo, y la familia y el entorno deben participar en conjunto.
Rocío Suárez Eytel • Nutricionista
Magister en Nutrición y Alimentación (c), Universidad de Barcelona
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