Mi último trimestre de gestación y comienzo a sentir nostalgia, empiezo a pensar que en poco tiempo más ya no estaré embarazada, no sentiré las patadas de Jacinta y me da un poco de pena, es extraño. El desarrollo de mi niñita entra en la recta final, crece y aumenta de peso y mi panza lo sabe. Me pesa y me da más hambre, así que como.
Tan sólo quedan 12 semanas para terminar el recorrido de 40 semanas. Todo un viaje.
Mamá de dos
Asumo también esto de ser mamá de dos niñas, me encanta, me vuelve loca de felicidad, soy una hincha de las niñas, las adoro. Entonces asumir que tengo dos de ellas a mi cargo me hace sentir afortunadísima. Ya les contaba sobre comparar hijos, comparar embarazos, no lo haré.
Ser mamá de dos no es ser mamá experta, muchas dicen y se excusan con su primera guagua: “soy mamá primeriza”. ¡nada! siempre lo somos. Me siento igual de inexperta que cuando esperaba a Emilia, es obvio. Debo conocer a jacinta para que nuestra relación se inicie, y salvo un par de piluchos que eran de su hermana mayor, con jacinta será todo nuevo otra vez y pasará así con las 6 hijas que planeamos tener.
“La llegada de un segundo hijo, normalmente, suele ser diferente: ya no coge a los padres desprevenidos, sino avisados y preparados. Ya saben bien qué es tener un hijo, cómo hay que tratarlo, cuidarlo, cómo se comunica y cómo identificar bien sus necesidades.” No estoy de acuerdo.
¿Cuáles son los errores que comúnmente se cometen al tener dos hijos?
– Prestarles menos atención de tal forma que parece que sean ellos quienes tienen que ganársela.
– Compararlos continuamente.
– Mientras que el primer hijo suele recibir un trato más racional con explicaciones lógicas y coherentes de primera mano, el segundo las recibe pero condicionadas por las explicaciones que su hermano mayor añade a las mismas.
– Engañar a los niños con el cuento del hermano que te trae un regalo (no ayuda en nada, es más, creo que materializa la relación)
– Cada hijo es un mundo y a la hora de educar hay que intentar hacerlo con los mismos valores pero adaptándolos en su aplicación y explicación a las características particulares de cada uno. Así, mientras uno será más tranquilo y racional, por ejemplo, el otro necesitará de más ejemplos prácticos o directos.
– Entender al hermano mayor, es difícil que llegue alguien y que deba compartir el cariño de sus padres. Es como si mi marido llegara con una chica guapa y más joven que yo a nuestra casa: Me diga que hay que quererla porque es de la familia, y que hasta me trae un regalo para que no me sienta mal. Horrible.
– Es conveniente intentar no sentirse culpable pensando que no le das toda la atención que tuvo el primero: las circunstancias han cambiado y el tiempo disponible también pero la calidad de nuestra relación aumenta notablemente y eso es lo importante.
En definitiva, la relación con el segundo hijo es una oportunidad para mejorar como padres y como personas, para aprender y disfrutar de personalidades distintas que reclaman nuestra atención y poder disfrutar del cariño plenamente.
*****Trata de no seguir estas sugerencias que vienen, creo, no ayudarán de nada (las escribo porque típico te las dan):
– Pídele ayuda para elegir el nombre de su hermanito o hermanita: ¿le daríamos esa responsabilidad?¿tendríamos un hijo/a nombrado por otro que no sean sus padres?
– Llévale de visita siempre que puedas a ver otros recién nacidos: Te aseguro que la sensación de ver otros recién nacidos jamás se igualará a la ansiedad que genera la llegada de un hermano. Nada lo aminora, es terrible para los hermanos mayores y debemos asumirlo.
– Enséñale sus fotos cuando era un recién nacido y háblale del día en que nació: eso deberíamos hacerlo siempre, sino va a notar que algo extraño sucede. El tiene claro que nació y no se le pasará la sensación de abandono porque le muestres que él también nació y fue más chico.*****
¿Cómo actuar tras el nacimiento?
Sabemos que tener un recién nacido en casa nos demanda mucho tiempo, por lo tanto la red de apoyo, el padre o las personas significativas para nuestro hijo mayor suelen ser indispensables. Ellos deberán hacerse cargo de pasear con el mayor, acompañarlo, contenerlo y hacerle sentir importante. Tu podrás hacerlo a ratos también, cada vez más seguido. Digamos la verdad, seamos genuinos con los sentimientos que tenemos, nombremos a nuestros hijos lo que les pasa y lograremos armonía y tranquilidad en nuestros pequeños.
Varinia Signorelli C.
Diario de mi embarazo:
Semana 4 – ¡ Estoy embarazada !
Semana 5 – Comenzaron las nauseas del embarazo
Semana 6 – ¿ Cómo organizar un matrimonio ?
Semana 7 – Viajando a Cincinnati con Pampers
Semana 8 – Tengo síntomas de aborto
Semana 9 – Trekking embarazada
Semana 10 – Exámenes
Semana 11 – Ecografía
Semana 12 – Fiesta de Matrimonio
Semana 13 – ¡ Es una niña !
Semana 14 – Volver al trabajo
Semana 15 – ¿Qué le pasa a mi pelo?
Semana 16 – ¿Cuándo contar que estoy embarazada?
Semana 17 – Los movimientos de Jacinta
Semana 18 – ¡5 meses han pasado volando!
Semana 19 – ¿Por qué la piel del pecho se oscurece?
Semana 20 – Necesito un lugar tranquilo para gestar