Un escándalo que traspasó la fronteras se conoció esta semana, resulta que salió a la luz pública que algunas empresas productoras de leche de fórmula ofrecían como regalo a los médicos viajar con toda su familia al extranjero si las recetaban. Destinos como Canarias, Ibiza, Sharm el Seik, Nueva York, etc. eran los más ofrecidos, aunque también podían optar por cruceros, smarphones, ordenadores e incluso aparatos de aire acondicionado. Nada más insólito.Todo a cambio de desestimar la lactancia materna y recetar fórmula. Terrible caso de corrupción que perjudica a nuestros pequeños de manera irremediable.
La fiscalía de Pisa (Toscana), que investiga esta corrupción desde hace un año y medio, ordenó arrestar a los 12 pediatras, incluido el presidente de la Sociedad italiana de inmunología, y seis dependientes de tres empresas productoras de leche artificial que invertían cientos de miles de euros en corromper a pediatras.
Las interceptaciones telefónicas por parte de la policía reflejan que la historia es clara. Por ejemplo: un pediatra que quiere viajar a Berlín le pide al visitador médico que le elija un hotel de categoría superior: «¡Quiero el hotel más caro. Viajo con mi mujer, tres días y tres noches, y quiero estar bien!». A su vez, el responsable nacional de los visitadores médicos de una de las empresas le dice al pediatra: «Cuanto más nos satisfaga usted, doctor, más le vamos a satisfacer nosotros».
Este sistema de corrupción se considera que es bastante común en muchas partes del mundo, el fiscal a cargo indica «hay médicos que terminan por venderse a casas farmacéuticas para lucrase económicamente: Se trata de un sistema tristemente y peligrosamente difundido”.
En este caso se ha suscitado un gran escándalo por tratarse de un engaño sobre la lactancia materna. La propia ministra de Sanidad italiana, Beatrice Lorenzi, ha manifestado: «Me pregunto cómo es posible que pediatras puedan actuar contra la ética de la profesión sobre la papel de niños recién nacidos».
En un caso en el que prevalece la vergüenza de la manipulación a una madre, se advierte un detalle importante y significativo: Ninguno de los pediatras implicados es una mujer.