Esta semana me he sentido pésimo con las nauseas, ya nada las calma, pero me lo tomo con alegría: señal que estoy embarazada.
Durante esta semana hay que hacer los exámenes de rigor, para comprobar que el estado de la embarazada es adecuado. Así es que te dan una orden con varios exámenes de sangre y orina. Además de descartar las típicas enfermedades que pueden afectar a nivel macro (sífilis, gonorrea, diabetes, VIH, etc) miden tus niveles hormonales, revisan la tiroides y piden un examen de orina para revisar todo lo necesario.
Como al común de las personas, no es mi panorama preferido el ir a sacarse sangre: la verdad es que me carga, me pone tensa, me da hambre (porque hay que ir en ayunas) y me da un poco de rabia que la gente trate a la gente como robot, es decir, con cero empatía por el sentimiento del adulto en frente, parecen maquinas repitiendo como call center.
Luego de pasado el mal momento respiré con tranquilidad y recordé que no hay más exámenes de este tipo hasta casi el final del embarazo, si todo está en orden.
Unos días después del examen fui a buscar los resultados, todo bien salvo el de orina, diagnóstico: infección urinaria. Mi doctor me explicó que es algo normal en el embarazo, que muchas mujeres tenemos infección urinaria ya que por un tema hormonal , la progesterona hace que retengamos más orina y esto nos deja expuestas a infecciones.
Recordé que en el embarazo de mi Emilia, de 8 años, me lo pase con varias. Me diagnosticaron un antibiótico que no le hace daño a la guagua y que es el que se usa en mujeres embarazadas.
Comencé a tomarlo y junto a esto partieron nauseas con toda su fuerza, no solo era la típica sensación sino que un dolor de estomago intenso que no me dejaba levantare de la cama, durante varios días. No había mucha opción, había que terminar el tratamiento.
Hasta ahora han sido los peores síntomas que he tenido: como muy poco, tengo muchas nauseas y tengo un malestar general bastante intenso. Lo supero pensando que es durante la ingesta del antibiótico y que quedan pocos días.
El tema de la infección urinaria no es menor, existen algunos tipos de infección que puedes llevar silenciosamente: sin dolores ni molestias asociadas, entonces permanece en tu cuerpo y no te enteras hasta que te da fiebre y hay un compromiso mayor. Algunas embarazadas deben hospitalizarse por problemas graves en los riñones y eso, claramente puede dañar al feto. Por eso es importante que te controles con el ginecólogo quien te hará varios exámenes de orina para ir descartando.
Además, las molestias de una infección urinaria a veces la confundes con las típicas ganas de “hacer pipí” con frecuencia, que sucede porque el cuerpo está cambiando, todo te presiona dentro y es un síntoma más de embarazo. Así es que mucha atención y ante cualquier dolor inusual o molestia es mejor consultar.
Me he divertido leyendo mucho, escribiendo y encontrando algunos artículos entretenidos para guaguas y madres. Sigo entusiasmada con la tienda Bodoon, pedí a través de la página que tienen en Facebook un par de mantas que se llaman “mantitas aire” hechas de un algodón de bamboo muy liviano, suave, que ayuda a que el calor se mantenga o , en caso de días templados, es lo más suave y liviano que he experimentado en durante este último tiempo. En una tienda con prendas bien convenientes en precio, voy a conseguir su catálogo y se los mostraré.
Espero que al terminar estos días de antibiótico todo mejore, ¿a alguna le ha pasado esto de sentirse tan mal? Las leo.
Varinia Signorelli C.
Diario de mi embarazo:
Semana 4 – ¡ Estoy embarazada !
Semana 5 – Comenzaron las nauseas del embarazo
Semana 6 – ¿ Cómo organizar un matrimonio ?
Semana 7 – Viajando a Cincinnati con Pampers
Semana 8 – Tengo sintomas de aborto
Semana 9 – Trekking embarazada